martes, 6 de diciembre de 2011

NUEVOS RETOS TRAS EL MARATÓN

En este momento es cuando casi tengo un derrame cerebral al no saber como seguir


Todo corredor que acaba el maratón, pasa después por unos días de natural euforia y se siente como Dios. Después vienen unos días de vuelta a la rutina, y al final llega el día en que se tiene que plantear nuevos objetivos.

En eso andaba yo reflexionando mientras leía una etiqueta de una botella de champú, cuando tuve una visión. Ese momento de gran concentración entendiendo el sentido de la vida ("ph neutro, ¿que leches es ph neutro?", "dermo protector", de que protege y a quién?) me hizo ver que necesitaba llenar el vacío espiritual dirigiendo mis energías hacia un nuevo y constructivo proyecto. Además, también ayudó un poquito el que mi mujer me hubiese recordado 40.000 veces que había que ordenar el armario de la terraza. Así que tras estas sutiles señales y llamadas del destino, me puse a planificar el objetivo, como sólo un gran maratoniano como yo sabe hacer.

La primera cuestión era conseguir la estantería. A día de hoy, en el armario de los horrores (se le puede llamar así, porque daba miedo verlo), había dispuesta una muy bien intencionada balda, construida con la técnica del DIY (Do It Yourself), es decir, made in Roberto. Su estabilidad se parecía a la de una montaña de flanes, para que os hagáis una idea de la estabilidad del invento. La balda central aguantaba el peso de un montón de trastos, apilados de una forma llamémosle "imaginativa" que desafiaba a todas las leyes matemáticas sobre cubicaje y a las físicas sobre centros de gravedad o equilibrio. De hecho, cuando me puse a vaciar el armario, descubrí que dentro se encontraba el Santo Grial, un bote muy grande que ponía algo así como "danger radiactive" que vacié en la pila y un grupo de turistas americanos muy graciosos que habían venido a ver al Papa y se habían perdido. En fin que había de todo, y tuve que tirar unas pocas cosas al contenedor de enfrente de casa.

Así que me dirigí al Brico Depot ese más cercano y me compré una es-tontería la mar de apañá, con sus baldas de madera y todo. Además ponía "sin herramientas, fácil montaje", con lo cual pensé:"Justo lo que necesito, algo resistente y facilito.
"
El tío que inventó las palabras "ABRE FÁCIL", "FÁCIL MONTAJE", etc,  el muy hijoputa aún se tiene que estar partiendo de la risa, al mismo ritmo que se llenan los hospitales de gente que sufre amputaciones abriendo un brick de leche o latas de sardinas. El "hágalo usted mismo" se refiere al hecho de llamar al 112 para que te lleven al hospital.

El caso es que el sistema de la estantería (que por cierto era made in Italy, seguro que de la fábrica de un primo o sobrino de Berluscoñi) no encajaba ni a patadas. En teoría tú colocabas la baldita y luego le ponías un tope de plástico y eso no se movía ni con un tsunami..Una leche, después de llenar el suelo de mi terraza con las 10000 piezas de la estantería de 5 baldas, eso no encajaba ni a martillazos. En ese momento, decidí ir a cambiarla.

Los empleados del Brico Depot deben ser doctorados cum-Laude mileuristas, esa honrosa raza que tenemos en España, ¿pues no me dice el pollo encargado que el había montado muchas?.."Claro, pensé: con los cojones", pero no le dije nada, tenía ganas de coger mi dinero y largarme, no iba a entrar en cuestiones metafísicas con semejante astronauta venido a menos con su grano en la nariz (que lo tenía, debía ser del estrés de montar estonterías). El caso es que vi otra estantería de las de toda la vida, con sus baldas de metal y sus tuercas.."Esto sí lo se hacer", me dije ya que una de mis habilidades de primate evolucionado es saber manejar herramientas y apretar tuercas; puede que no lo haga con mucha gracia o rapidez, pero sé apretar y desapretar una tuerca si ya me encuentro el orificio de entrada hecho.

En fin que tras un gran esfuerzo físico y no menos intelectual, conseguí montar mi obra maestra. El Guggenheim al lado de mi estantería es una mariconada. Estará feo que yo lo diga, pero me ha quedado la mar de mona. Fueron casi 2 horas de esfuerzo, un trabajo de titanes para un vago como yo, pero mereció la pena. Creo que ha culminado mis expectativas artísticas y de grandes proyectos arquitectónicos para una larga temporada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario