sábado, 26 de febrero de 2011

DE QUÉ HABLO CUANDO HABLO DE CORRER (Haruki Murakami)

Este libro nos habla sobre todo de sensaciones. Reconozco que no conocía nada de la obra de este autor japonés, pero el otro día, por casualidad, ví la portada de su libro en la biblioteca y me lancé a leerlo. Me sorprendió el grado de similitud de sus sensaciones con las mías propias durante las maratones que he podido terminar. Además la personalidad del escritor, que gusta de decir las cosas sin rodeos, de forma absolutamente directa, te facilita el acceder a ellas. Que nadie se espere en este libro consejos sobre lo que se debe hacer o no al correr; no es un libro de este tipo, es un libro autobiográfico, pero las sensaciones que nos cuenta, seguro que a más de un corredor le parecerán las suyas propias.
Haruki Murakami revela en este libro una personalidad tenaz y constante, muy organizada, y a la vez nos da algunas pistas de porqué se inclinó por deportes de fondo y no por otros. Como dejó de fumar y de relacionarse con mucha gente y pasó a cuidarse al mismo tiempo que buscaba ganar en intimidad. Un autoretrato muy interesante el de este escritor-corredor.

UNA DE "PICAOS"

Todos conocemos a alguno. En todos los clubs los hay. En alguno son mayoría. Sí, has adivinado, hablo de los "picaos". Un "picao" es ese corredor que cuando gana es porque es el más mejor del mundo y cuando pierde es que el destino le ha puteado a más no poder. La ventaja de ser un corredor paquete, es que uno conoce sus limitaciones y ya no menta al destino, ni a ninguna figura de ninguna religión ni nada parecido. Me ha salido mal y punto. No he conseguido mi objetivo, pero si piensas que eso me va a quitar el sueño, lo tienes claro chaval. El "picao" no hace eso. El "picao" se siente observado de una forma quizás algo paranóica por el resto de compañeros del club. Se siente como un gorrino en San Martín, para entendernos. "Estos se van a cebar conmigo" piensan los muy muy ladinos, y digo ladino, porque a los susodichos si que les mola regodearse del que pierde. El picao cuando pierde empieza a hacerse sus desvaríos mentales y a pensar posibles argumentos para rebatir estos comentarios. "Es que pasé mala noche" o "es que he estado tres días resfriado", todo ello con argumentos de difícil demostración, para acallar las malas lenguas de esos compañeros que con sus burlas hieren su orgullo. Lo mejor es no hacerles caso, podríamos pensar, pero ahí, los paquetes jugamos un papel fundamental, porque como también tenemos nuestro lado canalla, nos mola verlos en su salsa, esto es "picaos"...Así que les hacemos comentarios del tipo. "Pues fíjate, Pepito (que ya sabes que es su rival más directo) ha hecho un carrerón, iba sobrao, yo creo que se va a llegar a un nivel que a ver quién cojones lo pilla ahora". Es decir, se trata de decirle en sus morros que su rival lo va  a machacar siempre, y así como sin querer le miramos las reacciones. Muy divertidas y curiosas..Primero pone cara como de tratar de asimilar lo que has dicho, luego  se le hincha alguna venita de esas delatoras que todos tenemos y luego vienen los titubeos del tipo.."Hombre, sí, la ha hecho bien, pero bueno, sí, está fuerte, ...) y entonces es cuando la envidia se le refleja en la cara. Si en ese momento tienes el google cerca y pones "envidia" sale su careto fijo. Menudo rato de diversión gratis te ha proporcionado el andoba sin proponérselo. A lo mejor estoy siendo malo, pero el día que sea al revés el picao no tendrá piedad contigo, así que aprovecha y machácalo, que para eso estamos los colegas, el que quiera cariñitos que se los pida a su mujer, que los corredores no estamos para eso, que somos tíos (o tías) curtidos en la dureza del asfalto y bastante tenemos con lamer nuestras heridas, no?. Pues eso, a lo hecho pecho y no hay más..