lunes, 19 de marzo de 2012

SENDERISMO ENTRE AMIGOS

El grupo de valientes en el mirador de La Vella
Tenía muchas ganas de ir. Sabía de la existencia del grupo SENDERISMO ENTRE AMIGOS, por Manolo, un compañero y buen amigo del PAS A PAS. Los iba siguiendo en el grupo de Facebook y por fin me animé a una ruta. Eso sí, un pelín "arriesgada" un día 18 de marzo, vísperas de San José. Lo que pasa, es que como yo sé, que muchos de los que vamos a esas rutas, somos atletas, sabía que la gente sana, seria y responsable que solo sale para ir a correr o a la misa de los domingos no iba a haber falta de quórum, así que a las 07:30 de la mañana, estaba yo en el punto de encuentro, todo ilusionado con mis botas de senderismo "Chechuá", esas del Decartón.

Cual sería mi sorpresa al ver que Manolo, al que yo tenía por un tío serio, formal, responsable y ferviente levantinista, no había dormido apenas. Para mí, eso era como cuando descubrí que los reyes magos no venían de Oriente, yo flipaba¡¡Nos metimos en el coche Ricardo (el sufrido organizador de la ruta) Manolo y yo, y el coche se convirtió en un improvisado centro de operaciones digno de una película de Leslie Nielsen.  "oyes, hemos quedado en el palacio de congresos con Pepito", "no que Pepito ma llamao y ma dicho que todavía no se había acostado"¿Y Juanito no acudía allí?..No..Verás, Juanito, en realidad esta noche ha descubierto que se sentía Juanita, se ha vestido de Fallera y se ha ido encaminao pa la ofrenda con toda la banda de su pueblo detrás..Creo que no lo veremos en un tiempo.."Bueno, pues vamos a recoger a Eva al palacio de Congresos" ¿Esa sabe donde se mete?...Yo que sé, pero para una que se apunta, cualquiera la desanima...Bueno, pues la recogemos y vamos para LLiria..¿Para LLiria?¿No íbamos para la Eliana?.."Otia, sí, vamos pa la Eliana, pero tu te acuerdas por donde era?...Que sí, que sí, que yo controlo"..."Manolo, quieres que conduzca yo?.." No hombre no, que yo voy con sueño, pero bien..".."Vale, vale"..

Así que llegamos a la Eliana, donde tuvimos el placer de visitar todos los gigantescos monumentos falleros que ocupaban 4 calles cada uno, o eso nos pareció..Eva dejó su coche, recogimos a David (otro que vino engañado de Madrid el pobre) y nos dirigimos ya hacia el origen de la ruta mientras Manolo libraba una intensa negociación con Ricardo, para convencerle, de que cuando uno ha acabado la noche cerrando todos los bares de la contornada no es muy sano ni lógico meterse entre pecho y espalda 30 kmts por el monte. Lo normal es que uno se tome un chocolate con buñuelos y se vaya a dormir, así que igual era un poco demasiado hacer la ruta entera...

Llegamos al punto de encuentro (Cartuja de Porta Coeli) entre discusiones profundas sobre el sueño, la duración de la ruta, la composición química del pacharán,  Fernando Alonso y demás y nos juntamos con los dos valientes que faltaban, Julio y Jordi.
Al final por una mayoría aplastante y muy llorona conseguimos convencer a Ricardo de acortar la ruta y a Eva de que estábamos como una cafetera, y comenzamos el ascenso. Finalmente, se trataba de recorrer 16 kmts aproximados, los primeros 8 en subida, y el resto (soy de letras, no voy a decir los kilómetros exactos que se me da mal restar) de bajada.

La meteo era la óptima para hacer una salida. Debían de hacer sobre 0 grados, ni frío ni calor. Yo llevaba en la mochila una boina y una faja de lana, y no me hizo falta ponérmela. Si ibas por el sol, hacía sol y en la sombra, sombra. Ya te digo, una meteo cojonuda. Si hubiese sido de noche, habríamos visto la luna porque no había nubes. Lo que no había eran satélites enfilaos porque el móvil no me iba.

La ruta discurría prácticamente toda por pista, con lo que era bastante suave y llevadera.El ritmo era bastante alegre y las conversaciones también, sobre todo, las de los trasnochados, que conforme iban andando, recalentaban el alcohol de la noche anterior y el vapor de éste les llegaba al cerebro donde procesaban frases chorras y las soltaban sin vergüenza ni pudor alguno, para eso estábamos en familia. Eva comenzó a andar más rápido, no sé si asustada o porque también había bebido y no quería que se le notara..

Así pasito a pasito, llegamos a la mitad de la ruta, en el mirador de "La Vella", donde se podía disfrutar de unas maravillosas vistas de la Sierra Calderona e incluso llegábamos a ver el mar a lo lejos. Yo estaba preocupado, por si algún compañero de pateo, se emocionaba tanto viendo el mar que decidía correr a enrolarse en la marina. Sé por experiencia que algunas borracheras han acabado así.

Tras hacernos la foto de rigor en el mirador, seguimos andando, pero ya prácticamente en bajada todo el rato. Era un paseo muy agradable y tranquilo, hasta nos cruzamos con la familia de "Bonanza" que iban con sus caballos por ahí y nos hicimos la foto de rigor con ellos. Yo con la amazona y Eva con el "amazón".

Paramos a almorzar y reponer fuerzas en la fuente de La gota, desde donde ya comenzamos a andar algo más ligeros hacia los coches, entre bromas y buena conversación mientras seguíamos disfrutando del paisaje. Una vez en los coches decidimos que el mejor remate para la ruta, era tomarnos una bien merecida cerveza en Bétera, la que acompañamos con sus correspondientes patatas bravas.

Al final una jornada de lo más divertida en buena compañía y con un tiempo expléndido. Me he quedado con ganas de más, a ver si pronto se organiza otra y mi calendario me permite acoplarme para repetir la experiencia¡¡¡

domingo, 26 de febrero de 2012

MI NUEVO PULSÓMETRO

El cochinómetro a 0 antes de la salida
Los que me conocen saben que yo no gasto mucho aparato para correr. Lo del pulsómetro y todo eso está muy bien, pero yo me he acostumbrado a correr por sensaciones y no suelo gastar mucho aparato corriendo. Sólo me faltaba eso, con mi tonelaje ir añadiéndome gadgets para desequilibrarme el ying y el yang esos y las energías corporales.
A pesar de ello, para la carrera de Ruralcaja he usado mi nueva adquisición: un cochinómetro. Me lo he hecho yo mismo con un cronómetro de 10€ del DECARTÓN y una lata de foie-gras APIS, de toda confianza. Para los excépticos amantes de las marcas os diré que a mi me funciona.

Lo he diseñado siguiendo una página web de un señor que se dedica a la cría de gorrinos para concurso y dice que lo usa con ellos para sus planes de entrenamiento y engorde. No os quiero aburrir mucho con detalles técnicos sobre la mecánica, sofware, conectividad y dinámica interna del aparato en cuestión. Sólo deciros que mide la velocidad con respecto al precio de la bellota + el IPC y usando una variable que se actualiza diariamente según el IBEX 35.

El caso, es que tú te enchufas el aparato (va enchufado en el agujero más sucio del cuerpo humano (el de la oreja), a modo de walk-man; empiezas a correr y éste te transmite las sensaciones que tendría un gorrino cuesta abajo conforme vas aumentando el ritmo. Funciona super bien, notas como si tus lorzas vibraran cuando vas aumentando el ritmo y cuando vas a menos de 7 minutos por kilómetro te pone música de verbena de pueblo.

La puta caña, lo que yo os diga. Me cago yo en el GARMÍN con mi cochinómetro. Además no me negaréis que la palabra GARMÍN no suena un poco gay. Yo cada vez que alguien me habla bondades del GARMIN, me parece como si me hablara de un ramillete de flores o algo así, es un poco gay además de ostentoso, que parece que lleve uno a cuestas una máquina de esas de marcianos de las antiguas. Puestos a dar la nota, me quedo con mi lata de foie-gras.

 Además hoy lo he estrenado en una carrera de Ruralcaja, que es donde los técnicos de la NASA hacen las pruebas de los cronógrafos de precisión, y entre la olorcita a restos de foie-gras y el ambiente de ir en la cola de la carrera con todos los paquetes (y paquetas, que había cada paqueta que te mueres, debería de estar prohibido, uno se distrae y no consigue sus objetivos), me lo he pasado como un enano. La música era además la de Bennie Hill cuando me aceleraba. La puta caña. Ya os lo digo, me cago en el GARMIN, en el POLAR y en toda la parafernalia de los demás. Mi cochinómetro es la pera¡¡¡