domingo, 26 de febrero de 2012

MI NUEVO PULSÓMETRO

El cochinómetro a 0 antes de la salida
Los que me conocen saben que yo no gasto mucho aparato para correr. Lo del pulsómetro y todo eso está muy bien, pero yo me he acostumbrado a correr por sensaciones y no suelo gastar mucho aparato corriendo. Sólo me faltaba eso, con mi tonelaje ir añadiéndome gadgets para desequilibrarme el ying y el yang esos y las energías corporales.
A pesar de ello, para la carrera de Ruralcaja he usado mi nueva adquisición: un cochinómetro. Me lo he hecho yo mismo con un cronómetro de 10€ del DECARTÓN y una lata de foie-gras APIS, de toda confianza. Para los excépticos amantes de las marcas os diré que a mi me funciona.

Lo he diseñado siguiendo una página web de un señor que se dedica a la cría de gorrinos para concurso y dice que lo usa con ellos para sus planes de entrenamiento y engorde. No os quiero aburrir mucho con detalles técnicos sobre la mecánica, sofware, conectividad y dinámica interna del aparato en cuestión. Sólo deciros que mide la velocidad con respecto al precio de la bellota + el IPC y usando una variable que se actualiza diariamente según el IBEX 35.

El caso, es que tú te enchufas el aparato (va enchufado en el agujero más sucio del cuerpo humano (el de la oreja), a modo de walk-man; empiezas a correr y éste te transmite las sensaciones que tendría un gorrino cuesta abajo conforme vas aumentando el ritmo. Funciona super bien, notas como si tus lorzas vibraran cuando vas aumentando el ritmo y cuando vas a menos de 7 minutos por kilómetro te pone música de verbena de pueblo.

La puta caña, lo que yo os diga. Me cago yo en el GARMÍN con mi cochinómetro. Además no me negaréis que la palabra GARMÍN no suena un poco gay. Yo cada vez que alguien me habla bondades del GARMIN, me parece como si me hablara de un ramillete de flores o algo así, es un poco gay además de ostentoso, que parece que lleve uno a cuestas una máquina de esas de marcianos de las antiguas. Puestos a dar la nota, me quedo con mi lata de foie-gras.

 Además hoy lo he estrenado en una carrera de Ruralcaja, que es donde los técnicos de la NASA hacen las pruebas de los cronógrafos de precisión, y entre la olorcita a restos de foie-gras y el ambiente de ir en la cola de la carrera con todos los paquetes (y paquetas, que había cada paqueta que te mueres, debería de estar prohibido, uno se distrae y no consigue sus objetivos), me lo he pasado como un enano. La música era además la de Bennie Hill cuando me aceleraba. La puta caña. Ya os lo digo, me cago en el GARMIN, en el POLAR y en toda la parafernalia de los demás. Mi cochinómetro es la pera¡¡¡